En una escala del 1 al 10, en política a lo mucho 2. y es que realmente soy nada en política mas de lo que sí me doy cuenta sin ser una persona brillante es que los colombianos estamos jodidos y enterrados pero somos felices en medio de la... porquería.
(antes de que la decepción me siga consumiendo necesito presentar disculpas por la manera en que me estoy dirigiendo en este artículo. De corazón, no es mi estilo pero ya no hallo forma de comprender y realmente estoy harta. Aún así, intentaré ser lo más moderada posible).
No es el hecho de a apoyar o no a Mockus, Petro, Sanín, Pardo o a Vargas Lleras; es el hecho de no aceptar que en este pueblo esté ganando corruptamente, que pena, quise decir transparente, el autor de los falsos positivos, la persona que dio la orden de bombardear territorio extranjero, un cerebro de rata (bueno, hay que considerar que las ratas son inteligentes, en serio, que ofensa con los pobres animales) falto de creatividad y originalidad incapaz de crear, léase bien, CREAR no COPIAR, C-R-E-A-R, inventar, innovar una propaganda/comercial para su propia campaña política; y ya, dejémoslo en: entre otros, para no entrar a mencionar sus reuniones clandestinas, su excepcional estética y su inmenso, mejor dicho, gigantesco aprecio por el que dentro de poco será nuestro ex-presidente y tomará sus merecidas vacaciones luego de haber trabajado, trabajado y trabajado durante 8 largos años.
Es el hecho de no aceptar que vaya ganando porque somos tan flojos y faltos de personalidad, descaradamente capaces de decir: “yo no voto porque nadie me ofreció $20.000 pesos”, “yo votaría si hubiera reelección”, “No he inscrito la cédula”. Ese es el punto, el punto es no aceptar tanta mediocridad. Yo pensaba que tenía el autoestima baja pero luego de saber que alguien regala su conciencia y 4 años de sufrimiento por $20.000 pinches pesos que no sirven para una... porquería , créanme que me entero de que tengo el autoestima por el suelo pero este tipo de gente lo tiene 20000 metros bajo tierra, mientras la medignorancia la tienen por el cielo.
Es el hecho de aceptar que soy loca, maluca y heterosexual y no bruta, maluca y homosexual. Por eso aunque no tengo cédula, en la segunda vuelta voy por los mocos verdes que se desnudan en un circo y no por los demonios disfrazados de santos que se esconden en muertes de inocentes.
Por último, si quieres trabajo, espera en el santo. Si quieres calidad de vida, cómete los mocos. ¿SABES QUÉ? Piensa en caperucita.
Cito con respeto y orgullo:
Tenemos la obligación con nosotros mismos de preguntarnos si nos podemos dar el lujo de permitir que las autoridades de nuestro tiempo – ya sea la iglesia, el gobierno o la empresa- piensen por nosotros. Leonardo Da Vinci
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