miércoles, 12 de octubre de 2011

Solo por él

No he dejado de escribir exactamente, pero si tengo muy abandonados este tipo de sitios y no tengo excusa alguna solo podría decir, que en el año han pasado tantas cosas, pero tan rápido, cuantas lágrimas, risas y emociones en general que hacen parte de un pasado, que bello o no, es muy importante.


Precisamente en esos momentos de gozo y en los de desesperación, he tenido la mejor compañía, no me queda la mínima duda de la existencia de un ser supremo maravilloso que sabe reír junto a tí, sonreir cuando se está confundido y prestar un hombro para consuelo; vela todos tus sueños, arrullándote cuando estás triste, vigilándote cuando estás muy feliz; te corrige con la sabiduría de las palabras del silencio.


Nunca he dudado de su permanencia junto a mí y mi familia pero me da una satisfacción tener la certeza de que nos hemos acercado más sin necesidad de una religión en el medio, una que me enseñaba como muchas otras que él existe pero intentaba siempre limitarme a ser yo, comportarme como yo y pretendía transformarme en un sometida a reglas. 


¡No gracias!, YO lo puedo visitar en su casa y él puede venir a la mía cada vez que se nos dé la gana. Puedo proponer y llevar a cabo proyectos que rompan los parámetros mal establecidos de la sociedad sin tener que alejarme de él.


Al fin y al cabo, Jesús predicó y practicó un mensaje de amor y no lo hizo como miembro de alguna secta o grupo en particular. El fue enviado para unir, no para dividir.


© 2011 Marie Molinares. Todos los derechos reservados.

miércoles, 31 de agosto de 2011

¡LlEcCiOnEs PaRa ReVeNtAr!

Todo empezó tan bien, mucho sueños, muchos proyectos, cada uno con muchos riesgos, riesgos que al final fortalecen pero cuyas acciones diarias duelen, duelen mucho.
No me arrepiento de la mudanza, pero a veces debería arrepentirme de querer tanto, sin embargo lo peor es que para eso ya no hay marcha atrás. Seguiré incondicional pero las circunstancias me obligan a vestir ahora más que nunca esa pesada armadura que estaba llena de telarañas, casi segura de que podré descansar de ella nuevamente, el problema es que eso no será por estos momentos, antes de descubrirme, las heridas deben cicatrizar, solo quiero ese traje para defensa mas por desgracia, esa defensa implica ataque hacia lo que más adoro.
Pero esas cosas que más quiero pesan en el alma, la lastiman y me matan.
Yo sabía, lo sabía desde hace rato, tenia la seguridad de que yo no iba a ser la excepción, no me salvaría del fuego y justo así fue, me quemé y lo malo fue que no morí sino que me toca ver como las quemaduras me consumen no tanto la piel como el corazón, tampoco puedo permitir que alguien ayude a evitar infecciones o procure porque mejoren rápido, es un trabajo para realizar en compañía de la soledad y bajo la supervisión de la única verdad suprema; una vez sanen, las cicatrices me recordarán lo que pasa al dejarse cegar por tantas cosas que no tienen veracidad.