Precisamente en esos momentos de gozo y en los de desesperación, he tenido la mejor compañía, no me queda la mínima duda de la existencia de un ser supremo maravilloso que sabe reír junto a tí, sonreir cuando se está confundido y prestar un hombro para consuelo; vela todos tus sueños, arrullándote cuando estás triste, vigilándote cuando estás muy feliz; te corrige con la sabiduría de las palabras del silencio.

¡No gracias!, YO lo puedo visitar en su casa y él puede venir a la mía cada vez que se nos dé la gana. Puedo proponer y llevar a cabo proyectos que rompan los parámetros mal establecidos de la sociedad sin tener que alejarme de él.
Al fin y al cabo, Jesús predicó y practicó un mensaje de amor y no lo hizo como miembro de alguna secta o grupo en particular. El fue enviado para unir, no para dividir.
© 2011 Marie Molinares. Todos los derechos reservados.
Está muy bueno Marie. Te quiero Mucho
ResponderEliminarAtt Maria José
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